A tres décadas de las rebeliones de Los Ángeles (1992) y de Chiapas (1994), las condiciones económicas y políticas en el nivel global que las provocaron no sólo no han cambiado, sino que han empeorado. La desigualdad social se ha profundizado (un porcentaje muy pequeño de la población más rica del mundo tiene más del 90% de la riqueza, mientras más del 90% de la población trabajadora posee el resto), y el dominio de ese pequeño grupo sobre las masas mayoritarias lo mantienen mediante la coerción y la violencia, utilizando las fuerzas armadas, policiales, paramilitares y delincuenciales, fortaleciendo lo que William Robinson ha denominado el Estado Policiaco Global. El capital transnacional se expande rápidamente en olas después de cada crisis cíclica y estructural, mediante megaproyectos extractivistas (hidrocarburos, minería, etcétera), de alta tecnología (agricultura 4.0, aeroespacial, automóviles eléctricos, telecomunicaciones, plataformas digitales, inteligencia artificial, etcétera), y armamentista, promoviendo conflictos y guerras, alimentando con ello la acumulación militarizada.
top of page
$360.00 Precio
$280.00Precio de oferta
bottom of page